jueves, 8 de agosto de 2013

Lo que vives, lo que aprendes.

Hacía mucho tiempo que no me dignaba a escribir, quizás por falta de tiempo o simplemente por mera vagancia. El caso es que a mi siempre me ha encantado esto de desahogarme mediante la escritura, el echo de poder plasmar lo que piensas u opinas sin que nadie te diga nada, con total libertad y sin hacer daño a los que están a tu alrededor.
 Hoy al despertarme me he asomado a la ventana y me he fijado en como un hombre que iba descalzo y me imagino con ropa vieja y estropeada, estaba sonriendo mientras le tiraba migas de pan, posiblemente de su ultimo pan, a las palomas de alrededor. Esto me ha echo reflexionar en como la gente se pasa la vida en busca de la felicidad, esa maldita palabra que todo el mundo ansia con tantas ganas. Trabajamos como exclavos, muchas veces sin poder disfrutar de tu tiempo, solamente para tener dinero, ya no solo para comer, si no para esos pequeños lujos que poco a poco la sociedad ha ido integrando, como moviles, ropa de marca, Etc.. Pensamos que el echo de tener de todo nos hará mas felices, que el poder darle todo a tus hijos les hará mas felices a ellos. Pero poneros a pensar, cuando erais pequeños ¿no os encantaba que vuestro padre jugara con vosotros en la arena de la playa? o ¿Que vuestra madre os llenara la bañera y jugara con vosotros en el agua?
 Igual la felicidad solo vamos a encontrarla el día que nos demos cuenta que no necesitamos de todo por que ya lo tenemos todo, incluso le doy mas valor a los recuerdos, ese pequeño tesoro del alma, eso que te hace volver a los momentos mas felices y te hace sonreir.

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